Nueva York. – El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, dijo el 21 de diciembre, ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, que este órgano está conminado a concretizar cuanto antes la propuesta de la Resolución 2645, integrando una fuerza multinacional en apoyo a la Policía Nacional de Haití.
Consideró que ese es “el único camino viable en el corto plazo para redimir al pueblo haitiano de la horrenda situación actual y así llevar la merecida tranquilidad a América”.
El canciller dominicano consideró que ya se cruzó el umbral de las buenas intenciones respecto a esta situación, tras reconocer que “las Resoluciones 2645 y 2653, han dado sus primeros frutos al iniciarse la aplicación de sanciones de manera bilateral a quienes financian las pandillas; ahora, esperamos que el próximo enero inicien sus labores el Comité de Sanciones y el panel de expertos ordenados en dichas resoluciones, a fin de tener mayor alcance en la persecución de los criminales”.
Afirmó que el Gobierno y la policía haitiana están haciendo esfuerzos considerables para retomar el control de su territorio, al solicitar el concurso de todos los Estados representados en la reunión del Consejo de Seguridad.
“Sabemos e insistimos en que la solución de la crisis haitiana surgirá solo del pueblo haitiano y sus líderes, a través de un diálogo tesonero y una concertación política duradera, pero hoy no pueden lograrlo solos, como en repetidas ocasiones lo han expresado las más altas autoridades haitianas”, agregó.
Álvarez recordó que por esta razón el Gobierno dominicano ha expresado su más firme respaldo a la posición del secretario general de la ONU, António Guterres, de que “mientras se consolida la ayuda a la capacitación de su policía, es necesaria una fuerza robusta, capaz de recuperar la paz y poner fin a la violencia desatada por las bandas armadas, infiltradas por el poder político y económico”.
Recalcó que la República Dominicana apoya a Haití en cuanto le es posible, citando como ejemplo que desde el cierre de la terminal portuaria de Varreux, a solicitud de las autoridades haitianas, el país facilitó el acceso a combustible para mantener algunas operaciones básicas al otro lado de la frontera en hospitales, supermercados, zonas francas, agroindustrias, bancos, embajadas de terceros países y organismos internacionales, como el caso de la ONU.