La Dirección Especializada de Atención a la Mujer y Violencia Intrafamiliar (DEAMVI) de la Policía Nacional reafirmó su compromiso con la prevención y la educación comunitaria durante el mes de septiembre, como parte de una estrategia integral de acercamiento a la ciudadanía.
Estas iniciativas no solo buscan informar, sino también empoderar a la sociedad dominicana en la lucha contra la violencia de género y la violencia intrafamiliar.
A través de 62 actividades organizadas, la DEAMVI logró impactar positivamente a 2,665 personas de diversas edades y estratos socioeconómicos. Este amplio espectro demográfico, que abarca desde niños y adolescentes hasta adultos, refleja el entendimiento de que la violencia no discrimina y que la prevención debe ser un esfuerzo inclusivo y multifacético.
Los profesionales de la DEAMVI abordaron temas esenciales, como la prevención de la violencia intrafamiliar, la protección de la mujer y la concientización sobre la violencia en el noviazgo, buscando erradicar comportamientos nocivos y fomentar relaciones saludables desde una edad temprana.
Destaca el programa “Yo cuido mi cuerpo”, diseñado especialmente para niños y niñas, que subraya la importancia de educar en el autocuidado y el respeto desde la infancia para construir una sociedad más segura y equitativa.
La metodología utilizada en estas capacitaciones fue dinámica e interactiva, mediante estudios de casos y actividades grupales que fomentaron el aprendizaje práctico, permitiendo a los participantes desarrollar habilidades para identificar, prevenir y abordar situaciones de violencia en sus entornos.
Este esfuerzo se enmarca en la política de proximidad implementada por la gestión del Mayor General Ramón Antonio Guzmán Peralta, con el objetivo de transformar la imagen de la Policía Nacional en una fuerza proactiva que no solo combate el crimen, sino que también se involucra en la construcción de comunidades más seguras.
Estas acciones responden a las directrices del Presidente Luis Abinader Corona, quien ha impulsado la modernización y adaptación de la Policía Nacional para hacer frente a los desafíos del siglo XXI, destacando la importancia de una fuerza que trabaje tanto en la prevención como en la protección de los ciudadanos.
El impacto de este programa va más allá de los números. Los testimonios de los participantes revelan un aumento en la conciencia sobre la violencia de género y los recursos disponibles para las víctimas, junto con un incremento en las denuncias, reflejando una mayor confianza en las instituciones policiales.
Este enfoque preventivo contribuye no solo a fortalecer la seguridad pública, sino también a promover una sociedad más justa y respetuosa, en consonancia con los objetivos nacionales de desarrollo y bienestar social.