Santo Domingo. – La directora de la División de Alianzas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Marcela Villarreal, afirmó el 3 de enero que la República Dominicana es uno de los países que ha logrado disminuir el índice de hambre en su población, al pasar de 8.3 % a 6.7%, aun habiendo aumentado a nivel global y en América Latina.
La señora Villarreal, especialista en temas de pobreza, dijo que el último informe testifica que República Dominicana es el único país, junto a Panamá, donde el hambre se pudo reducir, mientras que en toda la región aumentó, afectando a alrededor de 56 millones de personas.
De su lado, el representante país de FAO, Rodrigo Castañeda, precisó que el índice del hambre bajó de 8.3 % en 2018 a 6.7 % en 2021, lo cual, según agregó, implica que alrededor de 700,000 personas aún no tienen facilidad para acceder a los alimentos que cubran sus necesidades básicas para desarrollar sus actividades normalmente.
Castañeda atribuyó el logro de reducción de los indicadores del hambre a que República Dominicana produce suficientes alimentos: “hay mayor disponibilidad de alimentos para la población, lo que corresponde a una buena gestión del Estado y de los sectores productivos, específicamente de los productores”, dijo.
Destacó que los niveles de hambre que aún exhibe el país no se deben a falta de producción, sino a un tema de acceso; pues pesar de los indicadores de que hay muy buena producción se siente la pobreza, sobre todo en las comunidades periféricas, “porque la gente no tiene dinero para comprar esos alimentos”, por lo que recomendó “seguir trabajando para mejorar los ingresos familiares, con generación de empleos, y mantener las políticas de protección social”.
Los representantes de FAO insistieron en la necesidad de mantener el incentivo y apoyo a los productores para seguir disminuyendo la cifra de pobreza extrema en el país: “hay que darles apoyo en la preparación de la tierra, apoyo en la siembra, apoyo en maquinaria, apoyo del Banco Agrícola, apoyo para recuperarse del COVID, sobre todo a los agricultores familiares”, indicó Villarreal.
Recomendó seguir facilitando el acceso al crédito y lamentó que “en el caso de las mujeres, es más; tienen mucha más dificultad para producir, porque no tienen tierra, pero cuando tienen tierra, son pequeñas porciones sin títulos”, situación que dijo les hace más difícil poder tomar préstamos para producir.
Marcela Villarreal, que estuvo en el país para la firma del convenio de la Red Internacional de Universidades, precisó que “es la primera vez que estamos viendo a nivel mundial que la pobreza extrema aumenta” y apuntó que desde el 2014 el hambre ha aumentado un 14 % a nivel mundial, afectando a cerca de 150 millones de personas.
Señaló como el cambio climático, los conflictos armados y los problemas económicos como los tres factores responsables de que el hambre esté aumentando y explicó que el primero, obviamente, afecta a los pequeños agricultores más que a los agroempresarios, por las largas sequías y los eventos extremos: “ese es un tema que vamos a ver hacia el futuro creando aún más pobreza”, enfatizó.
Al hablar sobre las proyecciones para el 2023, Marcela Villarreal indicó que todo va a depender del comportamiento de la guerra en Ucrania, pero que se prevé que el hambre siga aumentando, ya que los precios de los insumos agrícolas, como los fertilizantes, seguirán al alza y esto eleva los costos de producción.
Entre los desafíos, los representantes de FAO señalaron el aumento de la producción apoyando la agricultura familiar, facilitando el crédito y propiciando mercados.