La directora de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática del Ministerio de Economía, Rosa Cañete, dijo que la nueva metodología 2022 es la oficial para medir la pobreza monetaria en el país, con la finalidad de diseñar políticas públicas para mejorar la calidad de vida de la gente y potenciar la capacidad de las personas y de cada territorio.
Santo Domingo, República Dominicana-. El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo y la Oficina Nacional de Estadística impartieron a docentes y estudiantes un taller sobre la Nueva Metodología de Pobreza Monetaria y el Boletín de Estadísticas Oficiales de Pobreza Monetaria 2022 en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
La capacitación fue encabezada por la directora de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática del Ministerio de Economía, Rosa Cañete; el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD, Antonio Ciriaco; el director de Estadísticas Económicas de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), Augusto de los Santos, y el economista senior en la Práctica Global de Pobreza y Equidad del Banco Mundial, Alejandro de la Fuente.
Asimismo, el coordinador Raymer Díaz, y el especialista sectorial de la Dirección de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática del Viceministerio de Análisis Económico y Social, Cornelio Polanco.
Cañete dijo que es muy importante ampliar el número de personas que manejan técnicamente cómo se realizan los cálculos de medición oficial de la pobreza. “Democratizar el acceso al conocimiento es muy importante para asegurar la transparencia y el monitoreo de la academia y la ciudadanía a las políticas públicas”.
La presentación se llevó a cabo en el Paraninfo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, con motivo de que el pasado martes el Ministerio de Economía y la ONE, como miembros del Comité Técnico Interinstitucional de Medición de la Pobreza (CTP), presentaron la Nueva Metodología de Pobreza Monetaria y el Boletín de Estadísticas Oficiales de Pobreza Monetaria 2022.
La nueva metodología 2022 es la oficial para medir la pobreza monetaria en el país, con la finalidad de diseñar políticas públicas para mejorar la calidad de vida de la gente y potenciar la capacidad de las personas y de cada territorio. “Es muy importante entender las capacidades de la gente y del territorio y desarrollar transformaciones en las políticas públicas que permitan que el esfuerzo de las personas sea mejor retribuido”, expresó Cañete, quien presentó los datos arrojados con la nueva medición.
Tanto con la metodología 2012 como con la nueva de 2022 se observa una reducción de la pobreza monetaria. En ese sentido, Cañete precisó que, con la nueva metodología oficial, la tasa de pobreza general para 2022 fue de 27.7 % y disminuyó en 3.0 puntos porcentuales respecto a 2021 que fue de 30.7%. “Hemos elevado la vara con la que nos medimos. La actualización y revisión del proceso de medición elevan las líneas con las que se mide la pobreza monetaria en el país”, precisó Cañete en el taller que contó con la presencia de autoridades de diferentes áreas de la UASD.
Resaltó que con la nueva forma de medición de la pobreza, un hogar de tamaño promedio se considera pobre si no alcanza un presupuesto mensual de RD$ 22,176, es decir RD$ 3, 3,959 más que con la anterior metodología.
Por primera vez se publican oficialmente en el Boletín de Pobreza Oficial los datos del impacto de las transferencias gubernamentales tanto monetarias como a través del PAE (Programa de Alimentación Escolar) a los hogares y de las remesas.
“Publicamos los datos con las dos metodologías desde 2016 a 2022 para asegurar transparencia, pero los resultados de una y otra no se pueden comparar, ya que usan líneas de pobreza diferentes”, afirmó Cañete.
Explicación de la nueva metodología
La presentación y explicación de la nueva metodología de medición de pobreza monetaria estuvo a cargo del especialista sectorial de la Dirección de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática del Viceministerio de Análisis Económico y Social, Cornelio Polanco. La nueva metodología introduce mejoras con la actualización del patrón de consumo, asegura que la población de referencia tenga la mayoría de sus necesidades básicas cubiertas y construye líneas de pobreza monetaria diferenciadas por cada macrorregión.
Polanco destacó que la metodología de 2012 utilizaba el patrón de consumo levantado por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2007. Señaló que el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) publicó en 2020 la nueva Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares (ENGIH) realizada en 2018, lo cual ha permitido la actualización de las líneas de pobreza a la realidad actual.
En sus palabras de bienvenida, el decano el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD, Antonio Ciriaco, felicitó y agradeció al Ministerio de Economía y a la ONE por llevar la capacitación a estudiantes y docentes. “Esta nueva metodología nos proporciona más insumos para la investigación”, afirmó Ciriaco.
Asimismo, el director de Estadísticas Económicas de la ONE, Augusto de los Santos, expuso la importancia de la metodología de medición de la pobreza en la actualidad. “Es un hito fundamental para mejorar la calidad de las informaciones estadísticas que proveemos para las políticas públicas y para la toma de decisiones”, expresó.
El coordinador de la Dirección de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática, Raymer Díaz, presentó el Sistema de Indicadores Sociales y Económicos que tiene su página web el Ministerio de Economía. “La pobreza es un fenómeno multidimensional que acapara muchas aristas de lo que podemos considerar bienestar para la sociedad”, dijo Díaz.
Al cierre del taller, el economista senior en la Práctica Global de Pobreza y Equidad del Banco Mundial, Alejandro de la Fuente, disertó sobre las principales formas de medir la pobreza a nivel internacional y como interpretarlas. Manifestó que se trata de una práctica común en diferentes países la actualización de la metodología de medición de la pobreza por los cambios en los patrones de consumo. Citó también a la experiencia de Chile, Paraguay y Colombia que han actualizado su metodología.
“Lo que no se puede medir, no se puede mejorar, y en ese sentido, para poder hacer comparaciones entre los países a lo largo del tiempo, necesitamos una métrica común”, expresó.
Fuente: MEPyD